miércoles, 21 de octubre de 2009

Extracto No. 2: Tentación, Color Esmeralda.



En este segundo extracto de la novela “Tentación, Color Esmeralda” podrás leer una conversación entre la protagonista Laura y el hermano menor del protagonista César, que se llama Federico. Es un fragmento donde se describe mucha intriga, acción, personajes, lugares, hechos, pero sobre todo las andanzas de Álvaro, el cómplice de Ernesto, el otro Rosales De la Vega.

Sigue los pasos de estos extractos, espera la novela TCE.

Puedes leer también el extracto No. 1


Melissa G.
Panamá, Panamá.

Extracto No. 2: Novela Tentación, Color Esmeralda.

-Laura: No, no la vimos, pero no te preocupes, Doña Cristina de Valenzuela me llamó a la NCT y hablé con ella.

-Federico: ¿Y qué es lo que quería Doña Cristina? Cuando recibí su llamada la noté nerviosa, me dijo que necesitaba hablar con César o en su defecto, contigo.

-Laura: Pues aunque no lo creas, esa señora llamaba para preguntar por su hija. No sabía dónde estaba.

-Federico: Qué, cómo así, no se supone que Celeste estaba con sus padres en una clínica en Londres.

-Laura: Supuestamente era así, según las palabras de la rata de Álvaro Valenzuela, pero por lo visto ese infeliz mintió. La señora Valenzuela se sorprendió cuando le dije que su hija había tenido una crisis nerviosa, que atentó contra su vida, que estaba en una clínica y que según todos, sus padres estaban a su lado.

-Federico: Es decir que los papás de Celeste no sabían nada de lo que le pasó a ella.

-Laura: Así es, esos señores se fueron a buscar a Celeste a Londres, pasaron por su casa, su oficina y al no ver rastro de ella, decidieron regresar al país y contactar a César para ver qué sabía de su hija. Al parecer en la fiesta de cumpleaños de Don Fabriciano, coincidieron con los padrinos de César y ellos le dieron nuestros datos.

-Federico: Esto es muy grave, ¡demasiado grave diría yo! Por qué Álvaro inventó todo esto, por qué mintió de semejante forma.

-Laura: La razón es obvia: Para hacernos daño, seguro que por órdenes de Ernesto.

-Federico: Ese par son una verdadera amenaza. Pero sabes qué, Laura, deberíamos como llamar a la policía, ¿no crees?

Laura: Sí, tienes razón, pero a quien le corresponde más entablar una denuncia es a los mismos padres de Celeste. Lo malo es que la señora Cristina se puso muy alterada, culpó a César, no quiso escucharme; se concentró más en acusarlo, que en entender que Álvaro había mentido.

-Federico: No me sorprende, Doña Cristina siempre ha guardado un pésimo recuerdo de César, tras lo que pasó con Celeste en la hacienda, lo ve como una mala persona. Ahora, con lo que está viviendo, imagínate, nuevamente lo verá como el causante de la infelicidad de Celeste. Pero insisto, si nadie sabe dónde está, si Álvaro mintió, entonces ella está desaparecida. Hay que poner en aviso a las autoridades.

-Laura: Tienes razón. Voy a llamar de nuevo a César, cuando lo hice estaba ocupado en junta con Arístides, ojalá él esté todavía presente para que nos asesore de una vez.
Continuará.....



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